¡Vamos a jugar! Cuando sea tu turno, ponte la boquilla. Cuando estés preparado para empezar, dale la vuelta al reloj de arena, coge una carta de arriba del montón y léela en voz alta. Tus compañeros de equipo deben adivinar correctamente qué estás diciendo para conseguir la carta. Repite la frase hasta que tus compañeros de equipo la adivinen correctamente. Puedes “hablar” con tus manos, ¡pero sin hacer mímica! Cuando tus compañeros hayan adivinado la frase correctamente, coloca la carta delante de ti. Coge otra carta y sigue jugando hasta que se acabe el tiempo.